El Internet se ha vuelto una herramienta
fundamental en nuestro día a día, donde podemos realizar múltiples tareas,
desde buscar una recetar, jugar, laborar, hasta realizar una transacción bancaria,
por lo tanto es necesario tomar ciertas precauciones para que nuestra intimidad
no sea vulnerada.
1. Haz una buena gestión de tus contraseñas
Las contraseñas suelen ser una brecha
tremenda en la seguridad informática. Diseñadas para proteger las cuentas que
tengamos en diferentes portales, se han convertido en un verdadero quebradero
de cabeza para muchos usuarios.
2. Sospecha siempre del WiFi del aeropuerto
(o de otro sitio público)
“WiFi gratis”, uno de los reclamos
publicitarios más efectivos. Ese que hace que te decantes por un bar en vez de
por el de enfrente. Sin embargo, también atrae a quienes intenten quedarse con
tus datos. Es ya un método antiguo y conocido, pero seguimos exponiéndonos a
él.
3. Actualiza siempre el software básico
“¡Qué pesado el sistema operativo con que
actualice!” Por algo será. La mayoría de actualizaciones suelen ser parches
realizados para problemas técnicos o brechas de seguridad informática. Si los
malware se actualizan constantemente, ¿por qué no tus programas?
4. Cuidado con las descargas y adjuntos
fraudulentos
¿No te ha pasado nunca que estás navegando
por alguna web y de repente se te descarga un archivo? Este tipo de elementos,
normalmente ejecutables (.exe), suelen contener código malicioso que, de
instalarlo, puede perjudicar a nuestro equipo.
5. Tu móvil TAMBIÉN es un ordenador
Muchas veces pasamos por alto la
importancia del móvil en nuestras vidas. Nos comunicamos por él, nos informamos
por él, e incluso pagamos con este dispositivo. Sin embargo, muchas veces
pensamos que, como un teléfono móvil solo es eso, no pensamos que nos vaya a
entrar un virus ahí.
6. Realiza siempre compras en sitios
seguros
Si no compras en una tienda que te parezca
algo sospechosa, ¿por qué en internet pasamos esto por alto? Las compras online
pueden ser anzuelos de datos; introduces tu tarjeta de crédito y ¡adiós al
dinero!
Por eso mismo, lo más recomendable es
siempre entrar, con pies de plomo, en lugares certificados, fiables y con buena
reputación. Aunque muchas veces nuestro navegador nos avise de que un sitio web
“huele raro”, puede pasar por alto otros tantos.
Una buena práctica es fijarse en el certificado
SSL de una web, así como en el dominio https. Se tratan de pruebas que
acreditan que una web es fiable y con un intercambio seguro de datos
(contraseñas, datoss bancarios, etc.)
7. El antivirus, siempre
Tengas el más potente del mercado o uno gratuito,
ten siempre un antivirus en tu ordenador. Aunque solo dispongas del plan
básico, más barato o gratuito, siempre será mejor que nada. Te advertirá con su
base de datos del contenido malicioso y de las webs sospechosas de contener
algún tipo de malware.
Claro está, la lógica dice que cuanto más
pagues por un antivirus, mejor te protegerá. Sin embargo, un equipo doméstico
puede estar lo suficientemente protegido con una versión gratuita. Eso sí,
siempre descargada o instalada de forma oficial (un CD/DVD o la web del
proveedor).
8. Correos extraños, phising y spam
El correo electrónico es una de las fuentes
tradicionales de amenazas a la seguridad. Un lugar al que todos pueden enviar
contenido y donde es posible bombardear al usuario con correos basura o maliciosos.
Si te llega un mail sospechoso procedente
de un amigo, contacta con él de otra forma antes de dar datos comprometidos.
Aunque a día de hoy los gestores de correo
son bastante robustos y hacen una criba más que decente, siempre se les puede
escapar algún mail sospechoso. Ante cualquier correo extraño hay algunas pautas
básicas:
• No hagas caso a correos con texto en
idiomas extraños, remite desconocido o con una dirección más que sospechosa.
• Si te piden dinero por correo, nunca lo
des. Aunque venga de un correo de tu banco, acude antes a tu cuenta en el mismo
o llama a atención al cliente para que realices esa gestión.
• ¿Hay un archivo adjunto? Nunca lo abras. ¿Estabas esperando un correo en ruso
pidiéndote dinero, con un cuadro para introducir tus datos o con un ejecutable?
Estupendo. Si no, a la papelera directamente.
9. Ojo al IoT: la seguridad informática ha
llegado al salón
El Internet of the Thing puede suponer una
amenaza real a nuestra seguridad informática y privacidad. Ya se han dado casos
de escuchas por parte de dispositivos de entretenimiento. Altavoces, Smart TV…
prácticamente cualquier dispositivo es susceptible a ser hackeado. Por eso
mismo es recomendable que también tengamos cuidado con dónde los conectamos y
bajo qué circunstancias.
No estamos diciendo que tu lavadora vaya a
desvelar tu cuenta bancaria, pero siempre pueden pasar “cosas raras” como las
escuchas de las teles de Samsung o el altavoz de Alexa.
En estos casos siempre debemos seguir las
recomendaciones del fabricante y buscar actualizaciones constantes del sistema.
10. Usa la creación de usuarios para
diferentes personas
Los sistemas operativos permiten la
creación de diferentes usuarios con permisos idénticos o diferentes. En caso de
compartir el mismo equipo con varias personas, es una gran idea recurrir a este
sistema. Esto permite que nuestros datos personales, historial de navegación,
etc. se quede para nosotros.
Por supuesto, es fundamental ponerle una
contraseña a nuestro usuario, tal y como haríamos en nuestro Facebook.
11. Cierra la sesión, sobre todo en sitios
públicos
Es más que común dejarnos la sesión abierta
cuando realizamos cualquier gestión en un ordenador público. Por eso mismo,
cerrar nuestra sesión y apagar el ordenador para que se vacíe parte de su
memoria (por si hemos copiado alguna contraseña, etc.) es más que recomendable.
Es una buena práctica si usamos un
ordenador que no es nuestro (el de la oficina, el de la biblioteca) para mirar
Facebook o hacer cosas parecidas. Es incluso aconsejable que realicemos este
proceso con el equipo que tengamos en casa, por si las moscas.
12. Revisa las apps y extensiones
autorizadas
Páginas como Google, Facebook o Twitter
pueden operar con varias extensiones o apps integradas en las mismas. Una
práctica muy común es la de aceptar que estas gestionen nuestros datos, y
nosotros sin darnos cuenta. La típica extensión para ver quién me ha dejado de
seguir o incluso el juego de Facebook al que estás tan enganchado pueden usarse
para el filtrado de datos.
También tenemos el “Registrarme con
Facebook/Google +/ Twitter” de muchas páginas que ofrecen servicios (compras,
por ejemplo). En estos casos se usa un estándar de autorización llamado OAuth,
que no le dará nuestra contraseña a la página. Aunque no se considera
peligroso, debemos prestar atención dónde nos metemos y a qué le damos
permisos.
13. Activa el Firewall
Por defecto, el Firewall o cortafuegos es
una de las herramientas más útiles a la hora de proteger nuestro equipo.
Desactivarlo puede dejarnos algo expuestos, y no pasará nada si lo dejas
siempre. Aunque sí es verdad que algunos juegos, descargas y programas te los
rechazará, siempre puedes bloquear el cortafuegos durante X tiempo o establecer
excepciones.
14. Realiza una copia de seguridad
Una de las soluciones más eficaces en
materia de seguridad informática es contar con una solución de backup. Pocas
cosas son más útiles en seguridad informática que tener nuestros datos en otro
sitio, ya sea en la nube, en un disco duro externo, etc.
En el mercado existen varias soluciones, de
pago y gratuitas, que se adaptarán a tus necesidades de seguridad,
actualización y almacenamiento.
15. ¿No estás usando Internet? Apágalo
Ya sabes lo que dicen. Muerto el perro…
Aunque hay de todo en la viña de los malware, muchos de ellos operan a través
de Internet. Si no tenemos una conexión a la red, será imposible que puedan
hacer su pernicioso trabajo.
Si estás trabajando con el procesador de
textos sin usar Internet, ¿qué más da apagarlo? El llamado modo avión puede ser
muy útil en estos casos, ya que facilita una desconexión casi total de redes
con solo pulsar un botón. Cegando un poco la amenaza protegeremos la seguridad
informática de nuestro equipo.
Vía: appchamberi.com
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