Abres el celular y recibes una noticia que
te mandó un amigo o un familiar. ¿Confirma completamente tus convicciones, te
sorprende o te genera repulsión?
Según los especialistas, esa apelación a
las emociones más inmediatas es una de las principales características del
contenido falso.
Y la diseminación de noticias falsas con el
objetivo de manipular la opinión pública es un asunto que cada vez preocupa más
en todo el mundo.
Es un poco trabajoso comprobar la veracidad
de un texto que te enviaron, pero vale la pena seguir algunos pasos en tu día a
día para no convertirte, casi sin darte cuenta, en un vector de noticias
falsas.
A continuación, te presentamos una guía
para identificar noticias falsas y te damos algunas respuestas sobre este
fenómeno cada vez más habitual.
Cinco consejos
1) Tómate un minuto y piensa. No
te creas la noticia ni compartas el texto de inmediato.
2) ¿Te causó una reacción emocional muy
grande? Desconfía. Las noticias inventadas se hacen para causar grandes
sorpresas o rechazo.
3) ¿Confirma alguna convicción que ya
tenías? También es una técnica habitual de las noticias inventadas. Desarrolla
el hábito de desconfiar e investigar.
4) ¿La noticia está "pidiendo"
que creas en ella o "muestra" por qué desconfiar? Cuando una noticia
es cierta, es más probable que cite fuentes, que incluya enlaces y que cite
documentos oficiales (en decir, que sea transparente).
5) Producir un reportaje tan pronto como
acontecen los eventos toma tiempo y exige profesionales cualificados. Desconfía
de las noticias "bomba" en el calor del debate.
Nueve pasos
1) Lee la noticia entera, no solo el
titular.
2) Averigua la fuente.
a. ¿Es una cadena de WhatsApp sin autoría o
sin enlace? Desconfía y, preferentemente, no la compartas;
b. ¿Tiene autoría? ¿Es una fuente legítima
en la que hayas confiado en el pasado? Investiga el nombre del medio o del
autor en Google para ver qué más hizo esa persona y para qué medios trabaja.
Presta atención a si el sitio que reprodujo la noticia publica cosas solo de un
lado político con algún sesgo ideológico.
c. ¿Hace referencia a un medio de
comunicación? Entra a la página web de ese medio para comprobar si la noticia
está ahí.
3) Busca el titular en Google. Si es
verdadera, es probable que otros medios confiables la hayan reproducido; si es
falsa, puede que algunos sitios de verificación de datos hayan averiguado que
es un rumor falso.
4) Busca los datos que se citan. ¿Se apropia
de acontecimientos verificables? Si afirma que alguna autoridad dice algo,
¿hubo otros medios que reprodujeran lo que dijo?
5)Verifica el contexto, como la fecha de
publicación. Sacar una noticia de contexto y divulgarla en una fecha diferente
también es una forma de desinformación.
6) Pregúntale a quien te mandó la noticia
de quién la recibió, si confía en esa persona y si logró verificar alguna
información.
7)¿Recibiste una imagen que cuenta una
historia? Puedes hacer una búsqueda "inversa" de imágenes y comprobar
si otros sitios la reprodujeron. Guarda la foto en la computadora y súbela en
https://images.google.com/ o en https://reverse.photos/
8)¿Recibiste un audio o un video con
informaciones? Trata de resumirlas y búscalas en internet introduciendo las
palabras clave y "WhatsApp".
9) Piensa en números: ¿la noticia cita
cifras de investigaciones o de otros datos? Búscalos para ver si tiene sentido.
Pero, ¿mucha gente cae en la trampa?
Sí. Un estudio publicado en marzo por
investigadores del MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts), mostró que
las noticias falsas se distribuyen más rápidamente y tienen más alcance que las
veraces.
Según el informe, las noticias falsas
tienen un 70% más de probabilidad de ser retuiteadas (el estudio se centró en
Twitter) que las verídicas.
Hay varias teorías que explican por qué: la
hipótesis de los investigadores del MIT es que nos gusta compartir noticias que
muestren cómo nos sentimos.
Las noticias falsas causan más sorpresa y
rechazo, mientras que las verídicas causan más ansiedad y tristeza. Cuando más
sorprende algo, mayor es la voluntad de compartirla, observaron los analistas.
"Si algo te hace estar muy enojado o
feliz, para un poco y piensa antes de compartir la noticia. Es como decir: 'Si
algo es demasiado bueno para ser verdad, probablemente no lo sea'", dice
Melissa Zimdars, profesora de medios en el Merrimack College, EE.UU., e
investigadora sobre desinformación.
Pero cualquier persona puede caer en ello.
Y la edad no importa.
"Los jóvenes pueden ser nativos
digitales y aún así caer en la trampa. La gente confunde las capacidades para
usar la tecnología con la sofisticación necesaria para entenderla", dice
Wineburg
Y hace un paralelismo: es como hablar bien
una lengua pero no comprender su gramática.
Vía: BBC Mundo
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